
Nada que decir, nada que esperar,
nada que escribir en un papel en blanco
Y mi soledad como una daga que de tanta soledad se volvió gloria.
Cada anochecer,cada despertar de mal humor,
nada que esperar ni que soñar.
Un tiempo azul que va a nacer y en este horror amanecer Niños que nacen en el dolor,
poco que perder, algo de amor.
Si es que te vuelvo a ver alguna vez sabré qué hacer,tendré la luz